Una eterna fila de autos, camionetas y motos interrumpió el tránsito de la localidad salteña de Rosario de la Frontera, cuando arribaron los restos de Santino, el pequeño de 4 años asesinado en Puerto Deseado.
Una multitud recibió a la familia, víctimas del horror, cuando dos delincuentes de la peor calaña atacaron a la madre y su hijo mientras paseaban por una playa de Puerto Deseado.
"Hay que cuidarla, hay que protegerla, está pasando por un momento bastante complejo, donde quiere estar en familia, es muy doloroso todo, llegar a Salta, y tener que dar sepultura a su hijito, necesita descansar, hay que darle espacio y privacidad", dijo Mariana Reyes, secretaria de Derechos Humanos, sobre la madre del pequeño.
Los Subelza llegaron a Salta en la noche del martes, y fueron recibidos por el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz. Este miércoles, con dolor, despiden los restos del pequeño y rezan para que se haga justicia.
El pasado jueves, mientras paseaban por la playa de Cavendish, en Puerto Deseado, madre e hijo fueron cobardemente atacados por dos delincuentes. Los obligaron a introducirse a una de las cuevas de la playa, en donde despojaron de sus cordones al niño para atar a su madre, y mientras lo amenazaban con un cuchillo, uno de los delincuentes violó a la mujer. Luego asesinaron a golpes al pequeño de 4 años.
Hay dos detenidos por el aberrante hecho, ambos reconocidos por la víctima.