Le amputaron una oreja tras diagnosticarle un melanoma autoinfligido

"Nadie debería tener que vivir con lo que estoy viviendo", aseguró Anthea Smith.

Le amputaron la oreja tras detectarle un melanoma en etapa 3C.
Le amputaron la oreja tras detectarle un melanoma en etapa 3C.

Anthea Smith es una mujer de 44 años que vive en la ciudad de Bolton, Inglaterra, y a la que debieron amputarle una oreja despúes de haber sido diagnosticada con un melanoma autoinfligido. La mujer comenzó a utilizar cama solar para broncearse a los 14 años, y nunca supo de las devastadoras consecuencias que podría provocarle.

"Era adicta a broncearme y a estar bronceada. Generalmente usaba hamacas o camas de bronceado porque me ofrecían resultados más rápidos", afirmó Smith. El primer indicio de su enfermedad -una mancha roja en el pliegue del oído interno- apareció en 2010, pero su médico de cabecera le dijo que no era nada de qué preocuparse.

Así tenía la oreja Smith antes de que le detectaran melanoma.
Así tenía la oreja Smith antes de que le detectaran melanoma.

En abril de 2015, la mujer visitó a un dermatólogo porque seguía teniendo molestias en el oído. La derivaron a un cirujano plástico para que le sacara las "verrugas" que tenía, y recién en julio de ese año, el médico que la operó le diagnosticó un melanoma en etapa 3C.

Su oreja tras la operación.
Su oreja tras la operación.

Tras eso, Smith fue operada y le extirparon su oído externo e interno, ganglios linfáticos, trago, glándulas salivales y hueso temporal. En una segunda intervención quirúrgica, los médicos extrajeron el oído interno, el oído medio y usaron piel de la pierna y la cadera derecha de para cubrir la herida. A partir de eso, la mujer perdió su audición y por eso sufre problemas de equilibrio. "Y todo por un bronceado", aseguró totalmente arrepentida.

Así cubrieron la herida tras la segunda operación.
Así cubrieron la herida tras la segunda operación.