Puerto Deseado, destino al natural

Un lugar impresionante de la Patagonia argentina, donde la naturaleza más conmovedora se encuentra con la historia.

Puerto Deseado, destino al natural
Puerto Deseado, Rumbos #853

Llegar a esta ciudad es como encontrarte con un amigo en la naturaleza que te invita a bajar un poco la aceleración del día a día. Es un pueblo y puerto pesquero de Santa Cruz, que se abre sobre la orilla norte de la Ría Deseado. ¿Qué es una ría? Un brazo de mar que se interna en la costa y trae en sus mareas muchas cosas interesantes, por ejemplo, la fauna característica del lugar.

La excursión por la ría te permite disfrutar del avistaje de aves marinas de Deseado, un paseo súper recomendable. Para llegar a esta ciudad, el aeropuerto más cercano es el de Comodoro Rivadavia y luego tenés que viajar unos 300 kilómetros por rutas asfaltadas.

Puerto Deseado tiene varios paseos que se relacionan con la historia del lugar y que son muy amigables para todo aquel que quiera viajar al pasado. Entre ellos se encuentra el Museo Ferroviario, que te invita a conocer una parte importante de la identidad deseadense.

Además, se puede visitar el Museo Municipal “Mario Brozoski”, donde se resguardan más de 400 piezas rescatadas de la Corbeta Swift, una nave de guerra británica que se hundió en la ría en 1770. Otro de los lugares característicos de Deseado es la Gruta de Lourdes, un santuario natural de extraordinaria belleza donde cada año se juntan miles de fieles de todo el mundo. La Patagonia te muestra lo que realmente es el concepto de inmensidad.

La travesía continúa

Una variedad increíble de especies

Navegamos 25 km por el océano hasta llegar a la Isla Pingüino. Desembarcamos con cuidado y nos sumergimos en un lugar completamente diferente a cualquier otro en el que haya estado antes. Cada paisaje, para donde miro, parece pensado para las fotos. Se trata de un trekking de aventura que te permite ver muchas especies en poco tiempo.

Entre las más llamativas están las dos variedades de pingüinos que aquí confluyen: los de Magallanes y los de Penacho Amarrillo. De la isla en sí misma puedo decir que la noté bastante resguardada de los efectos que suele provocar la presencia humana. Los visitantes fuimos previamente instruidos sobre cómo comportarnos con los animales para no afectar en nada sus rutinas ni el lugar. Volviendo al puerto nos tocó una marea que sacudió bastante la lancha y nos hizo sentir que estábamos en un “zamba”, fue muy divertido. En general, todas las actividades del pueblo pueden estar condicionadas por el clima y, sobre todo, por el viento, que se hace sentir.

Cautivante

Para dejarse llevar...

El Campamento Darwin es una estancia reconstruida que se ubica sobre el margen sur de la Ría Deseado. Se llama así porque estas tierras cautivaron a Charles Darwin, allá por 1833, cuando eligió este sitio para acampar y hacer dibujos que retrataban la riqueza ambiental del lugar. Se dice que aquí es donde comenzó a elaborar su Teoría de la Evolución. Es un lugar lleno de historias, aventuras y naturaleza, perfecto para dejarse llevar.