La otra cara de Alf: ¿Por qué se volvió un icono de los 80?

El curioso personaje de Melmac cambió para siempre la forma de entretenimiento pero sus protagonistas no lo recuerdan como una "producción feliz".

Alf
Alf

Gordon Shumway, popularmente conocido como Alf​, siglas de Alien Life Forme, forma de vida extraterrestre, aterrizó en las pantallas argentinas en 1882 para cambiar la forma de entretenimiento de miles de chicos y también grandes.

Este personaje peludo, de un marrón rústico y un particular hocico tenía en 1986 más de 200 años, apenas cuatro dientes y ocho estómagos. Vivía en Melmac felizmente hasta que un accidente con los habitantes de su asteroide hizo que por una explosión, Alf cayera en la vivienda de los Tanner.

Esa caída cambiaría para siempre la vida de la familia de clase media de los suburbios estadounidenses compuesta por el trabajador social Willie, interpretado por Max Wright; su esposa Kate, interpretada por Anne Schedeen; y sus hijos Lynn (Andrea Elson); Brian (Benji Gregory); y "Lucky"/Suertudo, el gato de la familia.

Alf y la familia Tanner
Alf y la familia Tanner

Fuera de la ficción, poco se sabe de cómo fue producir la serie que contó las aventuras de este extraterrestre adoptado por una familia natural a lo largo de 102 capítulos. Para los primeros planos, Alf era un títere manejado por tres personas, a control remoto. Cuando aparecía en cuerpo entero, Michu Meszaros, un actor que medía 83 centímetros, era el que se metía en el traje.

Este personaje se posicionó como un ícono de los 80, que supo conectar con el mundo por su auténtica extrañeza y a romper con los clásicos shows de la familia tipo. A través de las bromas por teléfono, sus pedidos de pizza y cerveza, junto a sus modales irreverentes como los eructos y la tensión constante con Suertudo, supo ganarse un lugar en el corazón de todos los argentinos y el mundo.

Sin embargo, la reconocida frase "¡No hay problema!" poco representaba los sets de filmación donde se producía Alf. Las grabaciones, lejos de ser divertidas como el producto que se transmitía en las pantallas chicas, eran largas horas de trabajo donde todos los actores debían lidiar con las pesadillas técnicas. En una entrevista, la mamá adoptiva de Alf contó: "no había alegría en el set de filmación. Era una pesadilla extremadamente lenta, ardiente y tediosa. Un show de 30 minutos tardaba 20 horas en filmarse".

El verdadero papá de Alf es su creador, Detrás del peludo personaje oriundo de Melmac está la mente de Paul Fusco, su creador que actualmente tiene 66 años. Fusco se dedicó toda su vida a los títeres, la magia y ventriloquia y hoy mantiene un bajo perfil, alejado de los flashes. Fue quien además le dio vida a través de su propia voz, ya que era el que interpretaba las líneas del guion. 

Fusco y Alf
Fusco y Alf