Muerte en una distribuidora de Rosario: la autopsia despejó las dudas sobre homicidio

El MPA determinó la fecha aproximada del fallecimiento de Franco Rubén S. tras la denuncia en Tyna.

El fiscal Adrián Spelta y su equipo fueron a inspeccionar el estacionamiento de Presidente Perón al 6900.
El fiscal Adrián Spelta y su equipo fueron a inspeccionar el estacionamiento de Presidente Perón al 6900. Foto: @mitrerosario

La Fiscalía Regional de Rosario confirmó este miércoles que la persona muerta en una distribuidora de la zona oeste no fue víctima de homicidio. La autopsia aportó información clave para ratificar la primera hipótesis trazada por los encargados del operativo en el predio de Tyna.

De acuerdo al reporte del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Franco Rubén S. (31) falleció aproximadamente el mismo día que fue visto por última vez por su familia. Su cuerpo fue hallado entre los pastizales del estacionamiento del comercio que funciona sobre avenida Presidente Perón al 6900, cerca del cruce con avenida Circunvalación.

¿De qué murió el hombre hallado en la distribuidora Tyna de Rosario?

La autopsia solicitada por el fiscal Adrián Spelta determinó que el hombre de 31 años identificado este miércoles a la mañana murió por causas naturales. El examen forense descartó golpes y heridas vinculadas a la agresión de otra persona.

Según informaron fuentes judiciales, Franco S. falleció tres días atrás. Durante la intervención del Instituto Médico Legal (IML), los especialistas no hallaron signos de ahorcamiento.

En medio de la conmoción que generó la denuncia sobre la exavenida Godoy, este miércoles trascendió que el cadáver tenía manchas de sangre. En este sentido, el MPA aclaró que esos eran “líquidos propios del cuerpo expuesto” a la intemperie desde el domingo.

El hombre de 31 años había desaparecido el último fin de semana y su cuerpo fue hallado en la parte posterior del estacionamiento del personal de Tyna. Su madre fue a la distribuidora y lo identificó de inmediato, pero nadie sabía en ese momento por qué había fallecido a pocas cuadras de su casa.

Entre otros indicios que no coincidían con la hipótesis de homicidio, Spelta confirmó el secuestro de la billetera de Franco y comprobó que contaba con dinero. La policía también encontró cigarrillos y otros objetos personales.