Faltaban unas pocas horas para el inicio de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil cuando Facundo Benítez recibió un disparo en el cuello de parte de una mujer policía en barrio Tablada. Desde la Multisectorial contra la Violencia Institucional desmintieron la versión oficial sobre un robo y agregaron que los uniformados que intervinieron nunca asistieron al joven herido.
"Apenas ocurrido el hecho, un patrullero se acercó al lugar y se llevó a la agente implicada en los hechos. No asistieron a Facundo ni pidieron intervención médica, siendo que su vida corría serios riesgos. Los vecinos debieron llamar a la ambulancia", expresaron a través de un comunicado.
Según los testimonios de los vecinos a quienes contactaron dirigentes de dicho espacio, el joven de 18 años "no estaba armado" ni estaba robando. De esta manera, las organizaciones que esta tarde recorrían las calles de la ciudad pusieron en tela de juicio el relato preliminar que brindaron los efectivos al fiscal Adrián Spelta.
La multisectorial planteó que el incidente "no hace más que subrayar y confirmar la preocupante situación" que padecen Rosario y la provincia en materia de violencia institucional. A su vez exigieron "una pronta respuesta de todos los poderes del Estado" y una sanción adecuada al personal policial implicado por tratarse de una "gravísima violación a los derechos humanos".
El caso generó una rápida y contundente respuesta en una zona marcada por el antecedente del caso Jonatan Herrera, el joven de 22 años al que balearon efectivos de la Policía de Acción Táctica (PAT) mientras perseguían a un ladrón el 4 de enero de 2015. De hecho, familiares del muchacho ultimado mientras lavaba su auto a tres cuadras de allí intervinieron para repudiar el accionar de la agente demorada.
