Nuevamente delincuentes en moto balearon dos domicilios vinculados a una jueza que tuvo en sus manos una causa de Los Monos. Otra vez no hubo detenidos y ni siquiera existe una pista firme. El único indicio evidente es que esta seguidilla de ataques estaría relacionada con la banda narcocriminal que operó (u opera) en el sur rosarino. Para el investigador de temas ligados al narcotráfico, Carlos Del Frade, habría que apuntar contra los policías que se vieron perjudicados con la desarticulación de la banda.
"Hay que ver si más allá de Los Monos, esto no tiene que ver con sectores de la policía que se vieron perjudicados con la investigación a la banda", manifestó Del Frade a Vía Rosario y agregó: "Hay muchos nichos de corrupción policial que todavía no han sido investigados".
El diputado provincial del Frente Social y Popular mencionó que los casos como los de las balaceras a viviendas vinculadas al juez Ismael Manfrín y a Marisol Usandizaga dan pistas de que no cualquiera está detrás de ellos.
"En algunos casos se trata de viviendas que hace mucho tiempo pertenecieron a sus respectivas familias. Esos datos no los tiene cualquiera, sólo gente con conexiones muy particulares y acceso a información precisa", sugirió.
Para Del Frade esta ola de ataques (a Manfrín, Usandizaga, Juan Carlos Vienna y a dos policías que participaron en la investigación contra Los Monos) responde a una nueva lucha tiene como objetivo "dar un mensaje político" para intimidar a jueces.
El legislador explicó que lo que ocurre ahora en Rosario ya ha pasado en otras zonas como Colombia o Sinaloa. "Cada vez que descabezan a las grandes bandas, aparecen pandillas chicas y muy violentas queriendo ocupar su lugar", sostuvo.
Para Del Frade, si bien es cierto que se combatió a las cúpulas narco, cree que se hace un "relato" de los casos. "Magnifican las intervenciones cuando por ahí no pasa la solución, sino por educación, trabajo y cultura", cerró.