La crisis económica en el país y la pérdida de fuentes de trabajo generaron que más de 20 mil personas se sumaran a la salud pública entre octubre del año pasado y marzo de este año, en Rosario. En el centro de salud San Marcelino Champagnat, ubicado en Castellanos al 3900, el año pasado llegaron 877 pacientes nuevos mientras que en los últimos meses las nuevas historias clínicas ya son 475.
"En los últimos tiempos estamos recibiendo gran cantidad de gente que se quedó sin obra social o, si bien tiene alguna cobertura médica, no puede pagar los coseguros o afrontar los costos de los medicamentos", sostuvo a La Capital Andrea Tumini, médica generalista con diez años de trabajo en la salud pública.
Según las estadísticas brindadas por la Secretaría de Salud Pública municipal, los centros de salud municipales sumaron 20.782 nuevos pacientes, lo que representa un 7 por ciento más de demanda en red de salud pública.
Casi la mitad de estas personas pertenecen a pacientes que debieron volcarse a la salud pública ante la pérdida de empleo y por ende de la obra social. En cambio, otros 6.234, mantienen su obra social pero el dinero no les alcanza para abonar los coseguros o los medicamentos. En tanto, los 4.157 nuevos pacientes son producto del crecimiento poblacional.
Al respecto, el secretario de Salud Pública municipal, Leonardo Caruana, precisó que es una tendencia que se sostendrá en el tiempo. "Las decisiones en materia de política macroeconómica no quedan sólo allí, sino que tienen su impacto en la vida social y en la subjetividad de las personas", advirtió.
Y añadió que estos comportamientos de la población "son estrategias para hacer frente a la disminución de ingresos familiares, la pérdida de obra social o el incremento en los costos de las cuotas o los coseguros de las prepagas".