Familiares y amigos de Carlos Ochoa, el empleado de Aguas Santafesinas apuñalado en barrio Ludueña, protestaron en el lugar del ataque en reclamo de mayor seguridad. Luego se trasladaron frente a la comisaría 12°.
Desde las 19, concentraron en Teniente Agneta y Junín, donde el hombre de 65 años esperaba el colectivo para ir a trabajar, cuando fue abordado por dos delincuentes que lo apuñalaron cerca del corazón para robarle objetos sin valor.
Carlos debió ser internado en grave estado en el Hospital Centenario, donde fue operado. Allegados dijeron que ya se encuentra bastante mejor, pero que habrá que seguir su evolución día a día.
"No se puede vivir más así. Todo el tiempo hay robos violentos y la policía nunca hace nada", se quejaron los manifestantes.