Con la posibilidad de que esta semana los fiscales puedan exponer las escuchas constituidas como pruebas irrefutables del manejo de la banda narcocriminal, se reanudaron las audiencias en el nuevo Centro de Justicia Penal en el marco del juicio a Los Monos.
Los imputados detenidos llegaron este lunes pasadas las 6 de la mañana en medio e un espectacular despliegue que hasta involucró a un helicóptero de la policía provincial. En la alcaidía del edificio esperaron el inicio de la audiencia prevista para las 9.
Durante la mañana, prestó declaración, Pablo Orellano, el primer policía que llegó a la escena de crimen, donde fue asesinado Martín "Fantasma" Paz, quien fuera integrante de Los Monos, pero una diferencia económica, se presume, lo llevó a la muerte por el mismo grupo al que pertenecía.
Orellano fue claro al plantear que el hecho tenía todos elementos que hacía presumir "un ajuste de cuentas". EL agente fue el que secuestró tres celulares en la escena del crimen.
También fue escuchado el perito informático que analizó los teléfonos que fueron hallados en el auto del "Fantasma" Paz el día del crimen y que permitieron incriminar a quienes presuntamente ordenaron su homicidio. Ennel celular d ela víctima estaban registrados los números de Ariel "Guille" Cantero y Ramón "Monchi Cantero" Machuca.
Este lunes por la mañana se esperaba la declaración de la viuda de Paz, Brenda Veiras, pero su ausencia fue justificada con un escrito en el que aludía problemas psiquiátricos. El tribunal ordenó entonces un chequeo con un médico forense para cerciorarse del estado de salud de la mujer.
Acto seguido prestó declaración el comisario Cristian Romero, que con su rol en la extinta División Judiciales de la Jefatura de Policía, encabezó las pesquisas después del crimen de Paz.
Romero mencionó que "la hipótesis es que Martín Paz fue ejecutado con características de sicariato por una deuda impaga".
En relación a los audios con las llamadas interceptados de los principales integrantes de la banda, la defensa de los imputados durante la semana esperaban desarrollar sus estrategias para evitar que las escuchas se difundieran, con los mimos argumentos empleados la semana pasada; una "persecución" a los Cantero.
Lo que plantean los abogados es que el juez Juan Carlos Vienna, que instruyó primero el expediente de Los Monos, ordenó se pinchen teléfonos presionado por el Ejecutivo que pedía mayor persecución al narcotráfico.