Denuncian que el comisario de Chañar Ladeado fue a una fiesta con 150 personas

La Policía argumentó que fueron al lugar solamente a "controlar" porque no tenían personal suficiente para intervenir.

En la seccional 5° nunca respondieron ante los reclamos de vecinos. (Casilda Plus)
En la seccional 5° nunca respondieron ante los reclamos de vecinos. (Casilda Plus)

Uno de los pueblos más golpeados por la pandemia de coronavirus en Santa Fe fue sede de una inusual fiesta clandestina. Si bien fue llamativa la asistencia de unas 150 personas, el dato más sorprendente fue que los vecinos vieron al comisario del pueblo en el salón de Chañar Ladeado donde se organizó el evento.

El episodio tuvo lugar la madrugada del último domingo a unos 160 kilómetros al oeste de Rosario. La mayoría de los asistentes eran jóvenes. Quienes viven en la zona corroboraron que no se respetaba el distanciamiento para prevenir el contagio de COVID-19 ni tampoco el uso obligatorio de barbijo. En cambio, la música sonaba a alto volumen y así decidieron dar aviso a las autoridades.

Los llamados telefónicos a la seccional 5° no tuvieron respuesta. Cuando alguien atendía, directamente cortaba. Quienes salieron a ver qué ocurría en la fiesta señalaron que había delivery de bebidas alcohólicas. Lo más preocupante fueron los testimonios que daban cuenta de la presencia del comisario en el lugar.

El presidente comunal Matías Dichiara organizó este martes una reunión para abordar el conflicto. Allí los representantes de las fuerzas provinciales argumentaron que no podían suspender la fiesta porque "tenían miedo de que se produjera alguna situación complicada con los chicos". En cambio, "decidieron estar en forma de control" y acotaron que esa noche sólo había dos efectivos disponibles.

Tras el encuentro en el marco del comité de crisis local, el funcionario fue entrevistado este miércoles y confirmó que tanto el dueño del inmueble como el organizador fueron identificados en la causa a cargo del fiscal Matías Merlo. "La molestia fue porque a la salida orinaban o vomitaban las casas vecinas. Eso llamó la atención y alertó", reconoció en diálogo con LT10.

La cuestión volvió a poner bajo la lupa la situación de un pueblo de 6.000 habitantes que supera largamente la tasa de letalidad de la provincia. Según el reporte epidemiológico del lunes pasado, allí se confirmaron 18 muertes de personas con coronavirus sobre 223 casos positivos, es decir, el 0,8% del total.