Se filmó corriendo picadas, chocó, mató y sólo recibió ocho años

Era una práctica habitual del joven que alardeaba de manejar a 180 km/h por la ciudad. "Este asesino dejó a tres chicos sin su papá", se lamentó la hermana de la víctima.

Se filmó corriendo picadas, chocó, mató y sólo recibió ocho años (Juan José García)
Se filmó corriendo picadas, chocó, mató y sólo recibió ocho años (Juan José García)

Fue condenado a ocho años de prisión efectiva y a diez de inhabilitación especial para conducir Gastón Abraham Dlugovitzky, quien chocó y mató al ex tesorero de Ibarlucea, Fabián Cragnolino. El fallo fue repudiado por familiares de la víctima.

Este miércoles se conoció la sentencia del Tribunal Pluripersonal integrado por los jueces de Primera Instancia Isabel Mas Varela, Mariano Aliau y Rodolfo Zvala, quienes juzgaron al imputado por homicidio simple por dolo eventual en calidad de autor.

Gastón Abraham Dlugovitzky de 21 años
Gastón Abraham Dlugovitzky de 21 años

La fiscal Valeria Piazza Iglesias de la Unidad de Homicidios Culposos le había atribuido a Dlugovitzky el hecho ocurrido el día miércoles 6 de marzo de 2019 a las 22:45 en San Martín y Garibaldi.

El imputado circulaba con un vehículo Ford Focus por San Martín en sentido norte-sur a alta velocidad y de forma imprudente, temeraria, sin accionar los frenos. Al llegar a la intersección con calle Garibaldi impactó con la parte frontal de su auto el lateral izquierdo de la Renault Kangoo de color blanca conducida por la víctima, ocasionándole el fallecimiento en el lugar.

Se filmó corriendo picadas, chocó, mató y sólo recibió ocho años (Juan José García)
Se filmó corriendo picadas, chocó, mató y sólo recibió ocho años (Juan José García)

La Fiscalía había solicitado la pena de 12 años de prisión efectiva, pero los jueces sólo le dieron ocho, lo que generó la indignación de allegados a Cragnolino. "Los tres hijos de Fabián van a estar toda la vida sin su padre y esta persona en 8 años va a poder rehacer su vida, pese a ser un asesino al volante", dijo María Virginia, hermana de la víctima.

Dlugovitzky constantemente alardeaba de sus supuestos dotes como conductor, filmándose mientras manejaba a altísima velocidad por la ciudad y subiéndolo a redes sociales innumerable cantidad de veces. En una de ellas aparece fanfarroneando y jactándose ante la cámara que estaba conduciendo hasta a 180 kilómetros por hora, y cruzando las calles sin mirar.