Harto de los continuos asaltos que sufre casi a diario ante la absoluta pasividad policial, un comerciante decidió tapiar todas sus vidrieras, para al menos hacerle más difícil el “trabajo” a los delincuentes.
Se trata del dueño de una ferretería ubicada en 27 de Febrero y España, que en los últimos diez días sufrió dos robos y el intento de un tercero. Según vecinos, el barrio Hospitales hace tiempo que es tierra de nadie, con bandas armadas que atacan a cualquier hora, sin que jamás pase patrullero alguno.
Ante la altísima posibilidad de que volviera a ser víctima de otro robo, el dueño del comercio optó por eliminar todas las vidrieras y taparlas con ladrillos, para que la única forma de ingresar el negocio sea por la puerta principal. "Ya ni la rejas alcanzan", se lamentó el dueño.