"Fue insólito. No sabíamos nada en realidad", comentó una de las dos personas que este martes atendían Isla Verde, el vivero que visitó el presidente Mauricio Macri antes de llevarle flores a la dueña de una Pyme en la zona sudoeste de Rosario.
El día después del acto por el Día de la Bandera, Leila Lombardo reveló que se encontró de forma inesperada con el Presidente y su esposa Juliana Awada como clientes dentro del local ubicado sobre Seguí y Pueyrredón. Sin demasiados rodeos, admitió: "Quedamos flasheados".
La joven comentó que "Juliana dio una vuelta" por el comercio y fue quien eligió "una planta de interior" que luego sería el regalo para Elisa, la dueña de la empresa de encomiendas que le había escrito una carta al mandatario. "Le conté cuáles eran los cuidados que había que tener y él me preguntó dónde comprábamos la mercadería", recordó.
Consultada por la emisora LT8, Leila señaló que "fue una charla amena" y agregó: "Claro que pagó, nos dejó propina y todo". Antes de retirarse, el jefe de Estado y la primera dama se prestaron para una foto junto al encargado del vivero.
