La previa del clásico rosarino no fue la ideal en cuanto al operativo de seguridad. Este domingo los encargados del operativo decidieron cerrar las puertas media hora antes del inicio y los hinchas canallas denunciaron que la policía los reprimió para dispersarlos aunque tenían entrada.
"La situación se desbordó", reconoció Diego Maio, coordinador de Seguridad en Competencias Deportivas y Espectáculos Masivos de la provincia de Santa Fe. El funcionario confirmó que el público presente hacia las 15 superaba la capacidad habilitada.
En diálogo con TyC Sports, Maio detalló que dentro de la cancha había "más de 41 mil hinchas"; es decir dos mil espectadores más que el máximo permitido. Después de las denuncias por disparos con balas de goma y corridas en las afueras del estadio, el representante del Gobierno provicial apuntó que "hubo gente lesionada", pero nadie quedó demorado.
Además de la clausura de las populares, el conflictó hizo estallar las quejas de socios auriazules que habían pagado para tener su lugar en la platea. Ante esta situación, el presidente Rodolfo Di Pollina anticipó al respecto: "Vamos a resarcir a los hinchas que compraron tickets".