Como ocurre en el jueves previo de cada clásico rosarino, los hinchas de Newell's participaron del Banderazo y coparon el Coloso Marcelo Bielsa, con el fin de alentar al plantel y darle ánimos de cara al trascendental choque con Central del próximo domingo.
Se estima que unas 25 mil personas se congregaron en el estadio desde las 19, y estallaron con cánticos, agitando las banderas y arrojando fuegos artificiales cuando aparecieron los jugadores, momentos después.
Para algunos futbolistas como Santiago Gentiletti, Julián Fernández y Lucas Albertengo fue el bautismo en este tipo de festejos. En cambio los rosarinos ya están más acostumbrados, pero igualmente lo vivieron como si fuera la primera vez.
Entre ellos Mauro Formica, quien ingresó al terreno de juego con una bota por la lesión, fue uno de los que más lo disfrutó, pese a que se perderá el partido.
Un momento sumamente emotivo para todos los rojinegros, que ahora esperan con ansias que llegue el duelo.