A partir del acuerdo para implementar suspensiones rotativas en General Motors (GM) hasta principios del año próximo, referentes gremiales a cargo de la negociación confirmaron este martes que directivos de la empresa se reunieron con Alberto Fernández en busca de herramientas para mantener la fábrica.
El cónclave trascendió a partir de declaraciones de Marcelo Barros, titular local del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata). El dirigente señaló que (Omar) "Perotti hizo una conexión con (Carlos) Zarlenga", presidente de la automotriz en el Mercosur.
"Alberto le prometió que si llega a ser presidente, le va a dar una mano como lo hizo en su momento Cristina con el Ágile", anticipó el representante de los trabajadores en Alvear. De esta manera se refirió al préstamo de 70 millones de dólares que el Gobierno nacional le hizo a la compañía en junio de 2009. La medid para financiar la producción del vehículo resultó ser exitosa y la firma anunció la cancelación anticipada del crédito 16 meses más tarde.
En diálogo con LT8, Barrios insistió en que los operarios de GM atraviesan nuevamente una situación complicada y que la planta "va a estar cerrada prácticamente" en febrero. El freno es parte de los preparativos para empezar a fabricar un nuevo vehículo, algo que se mantien dentro del plan de negocios regional de la multinacional a pesar del cierre de otras terminales en América del Norte.