El calvario vivido por cuatro jóvenes durante años en Casilda llegó a juicio oral. Las víctimas se animaron a hablar y a revelar lo vivido durante su niñez y ahora es juzgado su padre por abuso.
El caso llegó a la Justicia en 2017 y tuvo como disparador una situación registrada en la escuela a la que asistía la nieta del acusado que, finalmente resultó ser fruto de la violación a su madre. Esto motivó una investigación que abrió la puerta para que la familia confesara los horrores que les había tocado vivir.
Los fiscales de la causa, Marianela Luna y Emiliano Ehret, pidieron, en coincidencia con la querella, 33 años de condena para Oscar Pardini al que achacan una serie de delitos contra la integridad sexual de sus cuatro hijos cuando eran menores de edad, entre otros ilícitos.
Las tres mujeres y el varón apuntaron hacia su padre y la familia sostuvo que puertas adentro el hombre "era un monstruo". "Cuando vivía con ellos hubo momentos donde dormía con un ojo abierto porque tenía miedo que me mate", dijo su hijo.
Otra de las víctimas reveló que a los 17 años fue violada por su progenitor, quedó embarazada y dio a luz una hija, teniendo un estudio genético que comprobó la paternidad del acusado.
Pardini tenía una fuerte vinculación con la Iglesia Católica donde incluso fue ministro de la eucaristía y aún muchos lo recuerdan por personificar a Jesucristo en las procesiones de Vía Crucis.
"Para la iglesia de Casilda venía Dios, Jesús, Oscar Pardini y San Pedro", indicó en su testimonial una tía de las víctimas.
El acusado nunca reconoció los abusos y habló de un "circo armado". El veredicto del tribunal se conocerá en unos 10 días.