Tal como lo informó en un primer momento la policía provincial, la Fiscalía de Rosario ratificó este miércoles que las dos personas muertas a balazos la noche previa huían después de un robo en la zona sur. Sin embargo, la Justicia esperaba el resultado de otras medidas de prueba para dilucidar la versión sobre el tiroteo entre los efectivos y una de las víctimas fatales.
A través de un comunicado, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) identificó a las víctimas fatales como Jimena Gramajo, de 25 años, y Maximiliano Rosasco, de 35. La joven recibió un disparo en el tórax, mientras que su acompañante presentaba múltiples heridas de arma de fuego. Como resultado del supuesto enfrentamiento, en el lugar recolectaron 17 vainas que serán peritadas y ratificaron el secuestro de un revólver calibre 38.
A la espera de las autopsias encomendadas al Instituto Médico Legal (IML), el fiscal Miguel Moreno evaluará el informe sobre el calibre de los proyectiles y los testimonios recabados entre otras pruebas para definir la situación procesal de dos uniformados detenidos luego del incidente.
A pesar de que la víctima del robo no había declarado todavía, la unidad de Homicidios Dolosos reportó que los testigos consultados inicialmente coincidían en el relato sobre un asalto cometido por el muchacho fallecido. La cuestión fundamental que quedaba pendiente para definir si imputarían a los integrantes del Comando Radioeléctrico era determinar las circunstancias en las que fueron baleados el supuesto ladrón y la chica que iba con él.