En los pueblos de origen piemontes, el Viernes Santo se constituye en la primera jornada del año -y en muchos casos la única- en la que toda la familia disfruta de la típica salsa italiana: la bagna cauda.
De una simpleza singular, el plato es muy antiguo y típico de la región de Piemonte. Noble por naturaleza, permite acompañar carnes, pastas y todo tipo de verduras, crudas y cocidas; convirtiéndose por ello en una salsa ideal para los días de mucho frío.
El modo de comerla también se constituye en un verdadero ritual: toda la familia reunida en torno a la mesa, y en el centro un calentador donde la salsa dispuesta en una cazuela no pierda nunca su temperatura justa, con el recaudo de que no se pase, sino la crema se corta y el plato se echará a perder.
En nuestra región, dos localidades del Departamento Río Segundo, tienen sus fiestas nacionales con este plato: en febrero, Luque celebra cada año la Fiesta Nacional de la Familia Piemontesa, y en julio, Calchín Oeste su Fiesta Nacional de la Bagna Cauda. En ambas celebraciones, el principal atractivo, es la bagna cauda, independientemente de la grilla artística que se presente.
¿Qué necesitamos para prepararla en casa?
1 ajo por persona
1 anchoa en sal por persona
100cc de crema de leche por persona
Nuez para condimentar
Preparación en cinco pasos
1- Vamos a pelar los ajos y a ponerlos a hervir por un minuto. Luego les quitamos el brote del medio. Este secreto es para no repetirlo después. Colocamos en el vaso del mixer.
2- Limpiamos las anchoas, quitando el exceso de sal, cortando los extremos. Ponemos junto con los ajos en el vaso del mixer y trituramos todo hasta obtener una pasta homogénea.
3- En una olla antiadherente, colocamos colocamos la pasta y cocinamos con una gota de aceite de oliva a fuego mínimo sin dejar de revolver.
4- Agregamos la crema de leche y seguimos cocinando a fuego mínimo, evitando que rompa el hervor ya que se podría cortar.
5- Condimentamos con nuez y llevamos a la mesa.
Para acompañar
Como dijimos al comienzo, se pueden poner las verduras de nuestra preferencia crudas o cocidas, como papas, brócoli, coliflor, repollo, acelga, zanahorias, etcétera. También carnes y todo tipo de pastas; o tan solo con pan. La bagna cauda es la opción ideal para compartir con amigos o familia, donde las charlas son tan importantes como la comida.