Natalie Weber debutó en al Bailando y contó que opina de su participación Mauro Zárate

El futbolista no fue a verla y ella le pidió a Tinelli que "por favor lo convenza". Participa por un sueño mendocino. 

Natalie weber
Natalie weber

Con un gran desempeño Natalie Weber debutó en el Bailando 2018 en representación del sueño de la Asociación de Jóvenes por la Lucha Contra el Cáncer Infantil – La Casita de Malen de San Rafael, Mendoza.

La modelo salió a escena con Iván Anrriquez como partenaire y Alejandro Paker interpretando en vivo el tema de su performance. Fue halagada por el jurado y aprobó con amplio margen, obtuvo 19 puntos en total. 

Natalie se mostró muy emocionada por su participación en el certamen y principalmente por la Asociación a la que representa ya que ella logró superar un cáncer de mamas en 2017: "Estar acá después de lo que pasó para mi es una segunda oportunidad. No lo quería desperdiciar porque, si bien bailar te da vida, gracias a Dios yo soy una bendecida de poder estar hoy respirando".

A Marcelo Tinelli y a casi todos los presentes le llamó la atención el su marido, Mauro Zárate, no estuviera en el piso y le preguntó: "¿No va a venir porque es celoso?", a lo que ella respondió: "No es por el tema del celo. Él con su trabajo, yo con el mío". Sin embargo le pidió al animador que convenza al futbolista de asistir a las galas.

“¿Está contento con que estás acá?”, siguió Tinelli y ella contó: “Me apoya, no es que está saltando en una pata, tipo ‘¡uy, que bueno, Natalie al Bailando pero me apoya”, contó risueña.

El sueño: La Casita de Malen

El sueño por el que participa Natalie Weber es el de Asociación de Jóvenes por la Lucha Contra el Cáncer Infantil – La Casita de Malen de San Rafael, Mendoza.

La asociación es presidida por Maximiliano Martínez, que impulsó en 2013 este proyecto solidario luego de perder a su hermanita Malén, a quien le diagnosticaron cáncer a los cuatro años y luchó contra la enfermedad hasta su fallecimiento a los diez.

La Casita de Malen esta intregrada por jóvenes de entre 18 y 24 años acompañados por profesionales y brinda ayuda psicológica y económica a los familiares de los niños en tratamiento con el fin de que tengan una mejor calidad de vida. Es el primer centro ontológico de la ciudad.