Mujer empoderada: es "albañila" y lucha contra el machismo en la construcción

La mendocina Carolina Gutiérrez tiene 34 años, es arquitecta y dejó la comodidad del escritorio para "ensuciarse las manos". Da talleres para ayudar a otras mujeres. 

Caro Gutiérrez
Caro Gutiérrez

Carolina Gutiérrez es una arquitecta mendocina de 34 años que decidió salir de la comodidad de un escritorio para ir a las obras a batir cemento y levantar paredes, literalmente. Cuando se recibió entró a trabajar en un estudio pero no se sentía a gusto porque "nuestro trabajo quedaba muy invisibilizado, siempre eran los hombres los que trataban con los clientes", contó en una entrevista a Infobae. Y pidió el cambio al área de construcción. Se lo dieron y allí aprendió "la artesanía de la teoría".

Carolina Gutiérrez en plena obra en Mendoza.
Carolina Gutiérrez en plena obra en Mendoza.

La joven mendocina recorre las obras, cuando encuentra algo que no está como considera, no duda en agarran punta y martillo y tirarlo; balde, cuchara y cemento, y volver a hacerlo.

En una sociedad machista, como la argentina en general y la mendocina en particular, y en un mundo con preponderancia masculina, como el de la albañilería, Carolina ha logrado hacerse respetar.

"Para ser la que manda hay que saber, entender el trabajo del otro. Y eso no se logra sentada detrás de un escritorio sino metiendo las manos", opinó en la entrevista a Infobae. "Las primeras veces que pisé una obra no me gustó para nada, me quería sacar el polvo de encima. Ahora me encanta, me acostumbré al desorden y a la suciedad, entre los ladrillos y el cemento yo estoy feliz", agregó.

A Carolina Gutiérrez no le tiembla el pulso cuando tiene que agarrar un martillo.
A Carolina Gutiérrez no le tiembla el pulso cuando tiene que agarrar un martillo.

Carolina decidió compartir sus conocimientos con otras mujeres y así que puedan empoderarse.

Lo primero que hizo fue asesorar a mujeres que querían hacer remodelaciones en sus casas. "Todas me decían que los arquitectos que habían ido no les habían explicado cómo era el trabajo, y que no habían quedado conformes. Había una gran subestimación de parte de ellos: ¿Para qué te voy a explicar si vos no lo vas a hacer?".

Fue en ese entonces que se topó con un flyer de un proyecto llamado "Nosotras lo arreglamos", que da talleres de electricidad, plomería, carpintería, tapicería, bicicletería, pintura y autodefensa para mujeres y chicas tran. Carolina las contactó, propuso enseñar albañilería y ya dio dio el curso en el Centro cultural El Surco, en Boedo, y otro para mujeres de la villa 1.11.14.

Carolina Gutiérrez y un grupo de mujeres haciendo un cantero en Boedo.
Carolina Gutiérrez y un grupo de mujeres haciendo un cantero en Boedo.

En Boedo, Buenos Aires, Carolina dio un taller. El objetivo era enseñar a un grupo de mujeres a hacer una pared y empezó con un cantero. Un vecino les gritó: "Veinte boludas para hacer un cantero" y otro trató de explicarles cuestiones e humedad que ella conoce a la perfección.

Las dos actitudes responden al estereotipo: la mujer no puede hacer albañilería porque no sabe, porque no tiene fuerza, porque no se quiere ensuciar y, por todo esto necesita que venga el macho alfa a salvarla", reflexionó Carolina.

Pero ella se salva sola y ayuda a otras mujeres a que aprendan a salvarse solas también.

Foto: Gentileza de Lihue Althabe