Verdulero mendocino estafó con el "cuento del tío" a sus clientes por $2.000.000

Aprovechó que lo conocían y confiaban en él. Cayó porque un empleado de un banco se dio cuenta de que algo no estaba bien. 

La verdulería está en las calles Olascoaga y Martín Zapata de Ciudad.
La verdulería está en las calles Olascoaga y Martín Zapata de Ciudad.

Un verdulero de Mendoza se aprovechó del cariño y la confianza de sus clientes de toda la vida para estafarlos con el "cuento del tío". El hombre se hizo en total de unos dos millones de pesos.

El acusado es Miguel Ángel Valente, el dueño de la verdulería ubicada en las calles Olascoaga y Martín Zapata de La Quinta Sección, en Ciudad.  El negocio es muy conocido entre los vecinos y, hasta ahora, tenía muy buena reputación. Fue justamente en eso en lo que se basó el presunto estafador para engañar a sus clientes mayores y sacarles plata.  

​Valente le pedía los datos a sus clientes y sacaba préstamos a sus nombres. Para conseguir la información les decía que no estaba bancarizado y necesitaba depositar un plazo fijo, que por favor, le prestaran la cuenta. Y los clientes se la prestaban porque "lo conocían desde siempre y era (o parecía) un trabajador honrado".

Miguel Ángel Valente está acusado de estafa.
Miguel Ángel Valente está acusado de estafa.

A una de sus víctimas, el 23 de enero de este año, le hizo sacar un préstamo por 130.000 pesos en efectivo de una sucursal de Provencred. A otro lo habría engañado con un préstamo de 133.000 pesos en la compañía Cordial. A una mujer la endeudó por la suma de 138.000 de un crédito que nunca supo que lo habían sacado a su nombre.

Pero no fue todo ya que a una de las víctimas la estafó por más de un millón de pesos que también se adjudicó de la misma manera: sacando préstamos de entidades bancarias o prestamistas, informa el periodista Hernán Adrover en una nota que publica este lunes Sitio Andino

Valente cayó el pasado jueves 26 de abril cuando intentaba sacar dinero de un banco. Hasta allí llevó a su vecina, que la hizo pasar por su abuela, y sin que ella se diera cuenta del engaño, siempre haciéndole creer que le estaba prestando la cuenta para que depositara un dinero, la hacía firmar unos papeles. Un empleado comenzó a sospechar. Es que este mismo hombre, el "Verdulero de la Quinta", el lunes 23 había ido al mismo banco y ya había sacado otro préstamo con otro anciano.

Inmediatamente el empleado se dio cuenta de que algo no estaba bien y activó los protocolos de seguridad. Llegaron hasta la sucursal efectivos de Delitos Económicos y lo detuvieron "con las manos en la masa".