Al parecer, el avión habría chocado contra una antena que pertenece al club El Mirador -ubicado en la localidad del mismo nombre, en Rivadavia- para luego caer en la finca de Benigno Musrri, ubicada al norte de la ruta 71. El piloto, la víctima fatal, quedó atrapado en el interior de la avioneta.
Alejandro Molero, presidente del Iscamen (Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza), señaló a Diario Los Andes que el piloto, Daniel Butrón, era uno de los más experimentados del país. Y agregó que no es común que ocurran estos siniestros ya que se trata de aviones fabricados especialmente para la tarea.
El presidente del Aeroclub Rivadavia, Gerardo Jofré, comentó que, para fumigar, los aviones deben volar muy bajo, lo que implica un riesgo. Y estimó que puede que el piloto no haya visto la antena ni conociera su ubicación por no ser de la provincia. P ero también, que haya habido un error de cálculo o lo haya afectado la fatiga.
El avión fumigador pertenecía a la empresa Agroaire, contratada por la mendocina Aerotec, en el marco del Programa de Control y Erradicación de Lobesia botrana -polilla de la vid- que desarrolla el Senasa, con financiamiento del Ministerio de Agroindustria de la Nación y bajo la supervisión local del Iscamen.