Los casos de mujeres vinculadas a la venta de drogas no cesan. En sólo cuatro años la tasa de crecimiento del número de detenidas por infracción a la ley 23.737 superó el 160%. Y según datos oficiales ya representan el 40% de la población penal femenina en Mendoza.
Las "narcopresas" se encuentran alojadas, en su mayoría, en la Unidad Penal III de El Borbollón, Las Heras, -que se encuentra al límite de su capacidad-, y en la Unidad VII Agua de las Avispas, en la localidad montañosa de Cacheuta.
Según datos del Servicio Penitenciario de Mendoza (SPM) a los que accedió LA NACION, hay 139 mujeres privadas de la libertad; más de 50 cayeron por venta de drogas. En 2013 había 86 mujeres en prisión y sólo 19 estaban ligadas al narcotráfico.
La mayoría fue detenida por ser parte de redes de venta de marihuana y cocaína. En varios casos entraron en el "narcomenudeo" como forma de ayuda económica y de subsistencia familiar, aun cuando detrás hay un entramado más grande que llega a círculos de mayor poder.
Uno de los casos más resonantes en los últimos años fue el de Sandra Jaquelina Vargas, "la Yaqui", líder de una organización narco y condenada el año pasado a 15 años de cárcel.
El mes pasado, Casación confirmó la sentencia. Para la justicia federal, esta mujer de 40 años fue la principal responsable de una banda dedicada a la comercialización de drogas y al lavado de dinero; usaba para tales fines a un grupo de adolescentes, conocidos como los "angelitos", que también actuaban como sicario. Buena parte de su familia también terminó presa.