Nadie niega que la Difunta Correa es ya una santa popular. La devoción de esta figura legendaria sanjuanina es tan grande que excede los límites de la provincia y del país y hay miles de testimonios que dan cuenta de sus poderes sanadores y que le adjudican milagros sucediéndose hace décadas.
La Iglesia Católica no la reconoce como tal y hay cada vez más devotos que piensan que María Teresa Deolinda Correa debe ser canonizada.
En Vallecito esta idea está instalada hace años pero ha cobrado más fuerza recientemente y hay gestiones para lograr en 2018 el primer paso: conseguir una audiencia con el Papa Francisco para que autorice el inicio de la beatificación de la "difuntita".
Hasta el momento hubieron algunas conversaciones con el Padre Pepe DI Paola, quien estuvo en la Provincia en septiembre último.
Este “cura villero” es muy cercano al Papa por lo que se intentaría llegar con el planteo al Vaticano a través de él. Otro camino es un empresario con negocios en Europa que vino a agradecerle a la Difunta por una recuperación milagrosa que tuvo luego de un accidente y le terminó comprando una camioneta para uso de la administración del paraje en señal de agradecimiento; al parecer su abogado conoce a gente cercana al Vaticano que podría hacer la conexión.
Otro camino está muy cerca, es el arzobispo de San Juan Jorge Lozano, cuya figura de renovación alimenta esperanzas de poder cerrar la brecha entre el paganismo y la fe cristiana.