Julieta Silva, la joven de 29 años que atropelló y mató a su novio Genaro Fortunato la madrugada del 9 de septiembre a la salida de un boliche en San Rafael, fue trasladada este jueves para someterse a las pericias oftalmológicas en el hospital Schestakow.
Entre llantos y mostrándose totalmente quebrada y compungida entró al nosocomio a las once y antes de las 13 ya estaba siendo trasladada a la cárcel nuevamente.
La abogada de Silva, Florencia Garciarena, apunta a que la fatídica noche en que Julieta le pasó por encima con el auto a Genaro, no lo vio y lo confundió con un pozo. La acusada sufre astigmatismo y en ese momento no tenía los lentes.