Julieta Silva se sometió a las 11 de la mañana a la pericia oftalmológica en el hospital Schestakow, de San Rafael. Llegó puntual y entre llantos. Esta prueba es en la que se apoya la defensa en la causa que investiga la muerte de su novio, el rugbier Genaro Fortunato, ya que el día que lo atropelló ella no llevaba sus anteojos.
Tras el estudio, Silva fue trasladada nuevamente a la cárcel del sur provincial, donde se encuentra alojada.
El objetivo del examen será determinar la agudeza visual de Silva y qué grado de astigmatismo sufre. En enero de este año, un certificado firmado por el oftalmólogo Martín Oliva, confirmó esa patología.
Es una de las pericias que necesita la fiscal Andrea Rossi antes de convocar a la audiencia de prisión preventiva, a realizarse la semana próxima, informa el Diario de San Rafael.