La religiosa del Próvolo accedió a la prisión domiciliaria a pesar de presentar rasgos narcisistas, escasa capacidad empática, utilizar a otros en beneficio propio y tener desajuste sexual.
El informe psíquico de la monja detenida Kosaka Kumiko, acusada de abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores hipoacúsicos del Instituto Antonio Próvolo, es determinante y letal respecto a los rasgos psicológicos y comportamiento que presenta en relación con la comunidad. Según las pericias, la religiosa japonesa es lúcida y orientada, pero también con una personalidad psicópata que le impide entender el sufrimiento ajeno.
Luego de que la religiosa perteneciente a la Cofradía de Nuestro Señor en la Oración de Huerto accediera al beneficio de prisión domiciliaria tras el fallo de la Primera Cámara del Crimen, integrada por los jueces Víctor Hugo Comeglio, Lilia María Vila y Ariel Spektor, tanto dentro como fuera de Tribunales provinciales hubo revuelo por los rasgos psicológicos que presenta la mujer.
El informe indica el estado emocional y físico de Kumiko al momento de las entrevistas: "Lúcida y orientada respecto de sí misma, en tiempo, espacio y situación. No presenta alteraciones sensoperceptivas como tampoco del curso y contenido del pensamiento. (...) Se observa una actitud rígida, sin indicadores de ansiedad o angustia".
Mirá también: Imputan a una ex directora por ocultar la violación de curas a menores sordos
Mirá también: Depravada: imputan a una monja mendocina que abusaba sexualmente de niños