"Alan era un ángel, un pibe sin maldad. Se hacía querer por todo el mundo. ¿Ahora qué vamos a hacer? Estamos destrozados, imagínese sus padres y sus seis hermanos", contó a Diario Los Andes, Gabriel, tío de Alan.
Ayer por la madrugada, entre la 1 y las 2, el joven de 20 años había salido de su trabajo en una pizzería del shopping La Barraca (Guaymallén) y, como todos los días, fue a tomar el colectivo que lo llevaría a su casa, en Carrodilla.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos que hasta ayer pudo lograr la familia y la policía, Alan se dirigía a la parada de la línea 1 cuando un automóvil lo atropelló en el Acceso Sur.
La familia de Alan Villouta, ahora, difunde en todos los medios posibles un número de teléfono con el pedido para lograr dar con la persona que lo atropelló.
El único indicio que ha sido posible recolectar hasta ahora es que la persona que atropelló al joven se trasladaba en un auto blanco. "Eso es lo que sabemos hasta ahora porque en el asfalto habían trozos de plástico blanco", expresó Alday.