Detuvieron a dos mujeres acusadas de integrar la banda del Rengo Aguilera

Ambas integrarían la organización dedicada a la distribución y venta de cocaína gestionada por el exjefe de la barrabrava de Godoy Cruz.

Dos mujeres fueron detenidas en Mendoza acusadas de integrar la organización criminal dedicada a la distribución y venta de cocaína en el país que era gestionada por el sindicado exjefe de la barrabrava de Godoy Cruz, Daniel "el Rengo" Aguilera, desde el penal de Boulogne Sur Mer, donde estaba detenido por violencia de género y por narcotráfico, informaron fuentes judiciales.

Los procedimientos se realizaron el domingo, tres días después de que Aguilera fuera condenado a doce años de prisión por el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de Mendoza tras ser considerado el organizador de las actividades destinadas al comercio de ese estupefaciente.

Durante los operativos en los que fueron detenidas las dos mujeres, una de las cuales es expareja de Aguilera, también se estableció la identidad de otras siete personas que participaban de la organización, y que hasta esta mañana permanecían prófugas.

Daniel El Rengo Aguilera.
Daniel El Rengo Aguilera.

Según informó en su sitio web el Ministerio Público Fiscal (MPF), cuatro días antes de recibir su condena, Aguilera llevaba adelante el monitoreo de una carga de casi cinco kilos y medio de cocaína que había salido desde la localidad salteña de Tartagal, con destino a Mendoza.

Los paquetes fueron interceptados por personal de Gendarmería Nacional (GNA) con la ayuda de un can detector de narcóticos durante un control vehicular sobre la ruta 34.

En pesquisa intervino luego pesquisas del Área de Investigación de Casos Complejos de Salta, quienes iniciaron una investigación para dar con los demás involucrados.

De acuerdo con el MPF, con la autorización del Juzgado Federal de Garantías 2 de Salta, a cargo de Miguel Medina, se reemplazó la cocaína por harina y la falsa encomienda siguió en viaje hacia Mendoza, bajo una estricta vigilancia.

Tras el envío, la expareja de Aguilera se presentó el sábado en la empresa de transporte para retirar la encomienda, a bordo de un vehículo en el que iba acompañada por otras dos personas, y fue detenida por personal de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales Mendoza de GNA, a quienes explicó que había ido a recibir los paquetes a pedido de Aguilera.

La otra pesquisa

El domingo, a raíz de su aprehensión y de las primeras averiguaciones, los investigadores lograron establecer el domicilio de una segunda integrante de la banda, cuya función era recibir la cocaína y ocultarla hasta concretar su venta, que estaba pactada con un comprador de Brasil, y que fue arrestada en su casa del departamento de Godoy Cruz, agregó el MPF.

Además, los agentes allanaron otra vivienda de la misma zona, donde incautaron varios teléfonos celulares y otros elementos de prueba, a través de los cuales determinaron las identidades de otras cinco personas implicadas en la organización, y que hasta esta mañana se encontraban prófugas.

El caso Aguilera

Aguilera fue condenado por el presunto liderazgo de la banda a pedido de la fiscal Gloria André junto a otros dos cómplices, Cristian Oliva y Marcelo Ruiz, quienes recibieron penas de ocho años de prisión tras confirmarse que su tarea en la banda era adquirir los estupefacientes en la ciudad de Mendoza y sus inmediaciones, y luego trasladarlos al departamento de Godoy Cruz, donde procedían a su estiramiento para finalmente comercializarlos y distribuirlos.

En el juicio que se le siguió al exjefe de la barrabrava de Godoy Cruz también fueron condenados a dos años de prisión en suspenso los agentes penitenciarios Rodrigo Lizardo y Rodrigo Barrios, quienes facilitaban el ingreso de celulares y otros elementos al penal, además de mantener informados a los miembros de la banda acerca de cualquier circunstancia que ocurriera dentro de la cárcel y que pudiera afectar sus maniobras.

La causa había iniciado en febrero de 2017, a partir de una denuncia anónima que aseguraba que Aguilera comandaba la organización desde su celda del penal mendocino de Boulogne Sur Mer, donde estaba detenido por una causa por violencia de género.