El pueblo de Malargüe manifestó, otra vez, su descontento ante las clases de educación sexual. La subsecretaria de Gestión Educativa, Mónica Coronado, contó que hubo amenazas a directivos, presiones y hasta marchas.
"Ha habido llamadas de amenazas hacia directivos o recibieron presiones para que no se haga ninguna actividad", explicó Coronado y agregó: "No hemos recibido objeciones por escrito, no es así como actúan estos grupos, ojalá lo hiciera así y abriendo un debate maduro", señaló a radio Nihuil.
Según Coronado, uno de los argumentos que dan estos grupos es que "la educación sexual animaliza a los jóvenes", pero no tienen en cuenta que "cuando dicen que se van a levantar en armas los perjudicados serán los chicos".