Piden 20 años de prisión para un policía acusado de abusar de una niña

Se trata de Marcelo Nicolás Molina imputado de los delitos de abuso sexual, corrupción de menores y coacción en contra de una niña de 8 años.

Imagen ilustrativa
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El viernes finalizó el juicio en contra de Marcelo Nicolás Molina, quien es efectivo policial, y que se encuentra imputado de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal, corrupción de menores y coacción”, todo en concurso real en contra de una niña que, al momento de la denuncia en diciembre del 2016, tenían tan sólo 8 años.

Vale remarcar que la presentación judicial por el aberrante hecho fue realizada por la madre de la víctima, quien le manifestó a las autoridades que la noche del 5 de diciembre del mencionado año, Molina, que en ese entonces era su pareja, abusó sexualmente de la pequeña. Siguiendo el relato de la denunciante, pocos días después de lo ocurrido su hija le contó lo que pasó, y ante esta declaración decidió interrogar a Molina, quien finalmente le reconoció el hecho.

Según informó El Independiente, esta persona habría amenazado a la mujer de que si esta lo denunciaba, él iba a matar a la niña utilizando su pistola reglamentaria.

Durante la investigación del caso, el juez de Instrucción y el Ministerio Público Fiscal consideraron que se habían reunido los elementos probatorios suficientes para formular la acusación, concluyendo que los actos desplegados por Molina resultan configurativos del delito de “abuso sexual con acceso carnal, corrupción de menores en concurso Real y coacción en concurso real” vigentes en los art. 119 3° párrafo inc. B y f, 123, 54, 149 inc. A parr. 3 y 55 del Código Penal Argentino.

Ya durante la última audiencia del debate, durante la etapa de alegatos de las partes, el fiscal de Cámara solicitó al Tribunal que Marcelo Molina sea sentenciado a 20 años de prisión efectiva, por considerarlo autor responsable de los delitos que se le imputaron.

Por su parte, el abogado defensor, el doctor Jorge Cáceres, pidió la libertad del acusado, por entender que muchas de las pruebas presentadas durante el juicio no tenían “sustento jurídico”.