Entrevistada por el periodista metropolitano Roberto Navarro, la dirigente social Milagro Sala se quejó por las condiciones de presunta extrema vigilancia a la que se siente sometida mientras permanece bajo el régimen de prisión domiciliaria y dejó entrever su desazón por cuanto esperaba -dijo- "que el 24 de diciembre no hubiera más presos políticos en Argentina, pero no, nada cambió".
En tanto, a la vez que avaló las medidas que ha venido dictando el presidente Alberto Fernández desde su reciente asunción en el cargo, sostuvo sus críticas a la gestión provincial al decir que "en el Gobierno de Jujuy no hubo ningún cambio, Gerardo Morales no cambió".
"No quiero mentir y decir que estoy bien", manifestó la exdiputada provincial en un párrafo que pudo haber instalado alguna preocupación entre sus seguidores, y acerca de su situación ante la Justicia apuntó que "el seis de enero cumplo cuatro años de esta persecución y encarcelamiento", contexto en el que planteó que "la prisión que tengo, prácticamente no es domiciliaria".
Comparó que "ni los genocidas tienen el tipo de tratamiento que tengo yo", dado que "estoy rodeada de policías", e incluso en tono de denuncia objetó que "le quitan los documentos a quienes vienen a visitarme" en su domicilio de la calle Gordaliza en el barrio Cuyaya de esta capital.
"Cuando voy al médico, me acompaña la Policía de Jujuy", relató asimismo Sala, y al tiempo de expresar que "en Jujuy siguen estando todos los funcionarios macristas, nada cambió", deslizó que "yo esperaba que el 24 de diciembre no haya más presos políticos en Argentina".
"Sé que Alberto Fernández me quiere y me respeta. Yo sé -afirmó también- que analiza qué hacer para terminar con las injusticias de los últimos años, pero lleva tiempo", pareció resignarse entonces.
En otro tramo de la entrevista, evaluó como "excelente el gobierno de Alberto (Fernández) en estas semanas. Todo lo que dijo que iba a hacer lo está haciendo, le está poniendo freno a los grandes empresarios", celebró.
La lider de la organización "Tupac Amaru" está condenada a 13 años de prisión por asociación ilícita, extorsión y fraude al Estado, y sentenciada a cuatro años de prisión por la golpiza al fallecido dirigente "Luca" Arias, fallos judiciales que le adjudica al gobernador Morales haber digitado en su contra.