La drástica pena que impuso Francisco al exorcista Gustavo Barrientos

Tras un proceso judicial canónico, el Papa dictó la "dimisión del estado clerical" para el sacerdote jujeño

El sacerdote jujeño Gustavo Barrientos, en Guanajuato, México
El sacerdote jujeño Gustavo Barrientos, en Guanajuato, México

Un comunicado del Obispado de Jujuy difundido por la agencia noticiosa AICA confirmó que con fecha 8 de octubre de 2019, el papa Francisco impuso la dimisión del estado clerical al presbítero Gustavo Barrientos, el sacerdote jujeño que se hizo conocido en varias provincias del país y el exterior por sus prácticas bajo "los signos de sanación y de liberación".

Dice el despacho de AICA que "el obispado de Jujuy confirmó mediante un comunicado que por rescripto del papa Francisco, a través de la Congregación para el Clero, con fecha 8 de octubre de 2019, se impuso la dimisión del estado clerical al presbítero José Gustavo Barrientos."

La Congregación para el Clero es un dicasterio de la Santa Sede y es el órgano desde el cual partió el pedido al Sumo Pontifice, quien a la luz del proceso judicial canónico que se le siguió a Barrientos ordenó la dimisión del estado clerical de sacerdote jujeño.

Dicha medida "es una pena de expiación contemplada por la Iglesia, que implica la prohibición de administrar los sacramentos, salvo la absolución en caso de peligro de muerte. Es decir, aunque sigue siendo sacerdote, queda inhabilitado para ejercer su ministerio", puntualiza el sitio desdelafe.mx.

Asimismo, a Barrientos se le otorgó "la dispensa del celibato y las demás obligaciones inherentes a la sagrada ordenación".

El informe de AICA añade que la pena fue impuesta al presbítero considerado por sus seguidores como sanador y exorcista "luego de un proceso judicial canónico que inició el anterior obispo de Jujuy, monseñor Marcelo Palentini SCJd."