Qué estipula el Tratado Antártico, el acuerdo que tiene que cumplir Argentina si quiere estar en el continente blanco

En conmemoración de los 119 años de presencia ininterrumpida de Argentina en la Antártida, el presidente Alberto Fernández hizo mención al “Tratado Antártico” en su discurso. Este fue firmado en Washington, el 1 de diciembre de 1959 y entró en vigor el 23 de junio de 1961.

Cuenta con el respaldo de 54 países, pero durante su instauración fue firmado por 12 países que previamente habían desarrollado algún tipo de actividad en el continente blanco (Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica, Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).

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De esta forma, se reconoce la necesidad e importancia de que el continente blanco se utilice exclusivamente con fines pacíficos. Se permiten solo actividades que contribuyan con el conocimiento científico. Y se promueve la cooperación internacional, pactando que la Antártida no será nunca escenario ni objeto de conflicto internacional.

Los ejes del Tratado Antártico:

• Uso pacífico de la Antártida: prohibir operaciones de militarización de ningún tipo; como la realización de maniobras militares o el ensayo con armas.
• Prohibir explosiones nucleares y el vertido de desechos radiactivos en el continente
• Asegurar la protección y conservación de todos y cada uno de los bienes vivos que encuentran en la Antártida su hábitat natural.
• Se fomenta la libertad de la investigación científica: facilitar el intercambio de personal, información y resultados científicos del continente entre los países con bases en la Antártida.
• Es obligatoria la participación de las Partes Contratantes en las reuniones consultivas y especiales que se realizan actualmente cada un año.

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Actualemente Argentina es parte consultiva del Tratado Antártico desde su entrada en vigor en 1961.

Tienen voz y voto aquellos países que hayan demostrado un interés en la Antártida a través de la conducción de investigación científica importante, ya sea, mediante la apertura de una Base (en nuestro caso Marambio) o mediante la ejecución de una expedición a la Antártida.

El Tratado tiene hoy 54 Partes, (29 son partes consultivas, el resto son adherentes), las cuales se reúnen anualmente para tomar las decisiones necesarias para asegurar su adecuada implementación del acuerdo.

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