La víctima del procesado por abuso, con domiciliaria por el coronavirus, pidió un cuchillo para defenderse

Luego de que el juez de Instrucción de Puerto Iguazú, Martín Brites, beneficiara con la prisión domiciliaria a Carlos Rodrigo O. de 40 años, procesado por abusar sexualmente de su propio hijo cuando el menor tenía 8 años, la madre de la víctima reiteró su indignación con el magistrado y dijo que tiene miedo por la seguridad de su familia.

La mujer reveló que el victimario de su hijo cumple su arresto a menos de 20 cuadras, con una tobillera electrónica que monitorea sus movimientos. Por ese motivo ella y su madre, la abuela del menor, hacen guardia sin dormir por las noches.

"No entiendo la decisión que tomó el Juez, si es por el coronavirus, creo que en la cárcel estaría más resguardado. Qué posibilidades hay de que él no se escape o me mate o nos mate, ese es mi miedo", manifestó la mujer en diálogo con Radio Nacional Iguazú.

En ese sentido explicó que el juez le dio las razones por las que le otorgó la prisión domiciliara a su exesposo, entre las que le mencionó que siempre se presentó cuando fue citado y "era un buen trabajador". Brites le otorgó el beneficio porque el acusado presentaba un riesgo elevado de contagio del coronavirus debido a que sufre de asma. Por esa razón lo liberó de la Unida Penal III, de Eldorado.

En este contexto, la mujer reveló que la criatura se asustó cuando se enteró de la medida judicial y que le pidió un cuchillo para defenderse. "Primero se asustó un poco, pero busqué darle tranquilidad. En esa charla me pidió que le compre un cuchillo con funda para poder defenderse. Me da miedo (la prisión domiciliaria) porque me odia, se puede escapar o lo que es peor, hacer alguna macana. Esa tobillera no garantiza nada", lamentó.