La mujer asesinada en Piñalito Norte murió por un golpe en la cabeza

Su hijastro, principal sospechoso del crimen, continúa prófugo.

Los peritos siguen analizando las pistas recabadas en el lugar del crimen.
Los peritos siguen analizando las pistas recabadas en el lugar del crimen.

La autopsia a Salete Rodríguez López (54), la mujer que fue hallada muerta y semienterrada el pasado viernes 31 de enero en Piñalito Norte, confirmó que se trató de un homicidio. "La mujer recibió un golpe muy fuerte en la cabeza y con un objeto contundente", precisó el reporte de los médicos forenses, informó Primera Edición.

Mientras tanto, persiste la búsqueda del principal sospechoso, su hijastro de 37 años, quien hacía alrededor de un año que residía junto a la víctima y su padre, quien falleció el 8 de enero último.

La principal hipótesis es que el acusado habría intentando comercializar la chacra de su progenitor y esto podría haber generado un conflicto con su madrastra, quien era oriunda de Brasil, indicaron las fuentes consultadas. En ese sentido hay testimonios que indicarían que el hombre estuvo ofreciendo dichos terrenos a vecinos y lugareños, precisó un portavoz.

Desde el fallecimiento de su pareja Salete no fue vista por sus vecinos y familiares en el paraje Santa Isabel, jurisdicción de Piñalito Norte. Supieron de ella recién el pasado viernes a la noche.

Estaba sin vida y semienterrada a veinte metros de su vivienda. En forma urgente la policía acudió a la escena, situada a unos 15 kilómetros de la comisaría de Piñalito Norte, que interviene por jurisdicción. La víctima estaba entre la vegetación y en avanzado estado de descomposición.

Ahora, tras conocerse el resultado la autopsia, ordenada por el juez de Instrucción 1 de Eldorado, Roberto Horacio Saldaña, se confirmó que se trató de un homicidio.

En cuanto al sospechoso, se supo que surgió su nombre desde el inicio de la investigación. Es el hijo de José Antúnez, de 75 años, también brasileño, que falleció 23 días antes y quien era el concubino de Salete.

Según los datos recogidos por los pesquisas de la Unidad Regional XII de Bernardo de Irigoyen y V de Puerto Iguazú, desde el deceso de Antúnez, su hijo se habría manifestado inquieto y apurado por vender todas las pertenencias, sin importarle aparentemente, que a la pareja de su padre le correspondían los pocos elementos y propiedades.

Según coincidieron los vecinos de Salete, hace poco más de un año el hijo de su pareja vino de Brasil a vivir con ellos y trabajar en las labores rurales.

Pero desde hace casi una semana se convirtió en prófugo de la Justicia, ya que el juez instructor de turno ordenó su detención inmediata. Se supo que al no poder vender las cuatro hectáreas de chacra que poseía la pareja, logró comercializar maderas y chapas de zinc. No descartan que intente escapar cruzando la frontera.