El exintendente de Santiago de Liniers evoluciona y su hijo continúa siendo el principal sospechoso

En la madrugada del jueves habría entrado a la vivienda de sus padres y ejecutado disparos en la cabeza a ambos. La mujer falleió a las pocas horas.

El ixintendente de Santiago de Liniers evoluciona y su hijo continúa siendo el principal sospechoso
El ixintendente de Santiago de Liniers evoluciona y su hijo continúa siendo el principal sospechoso

El jueves a la madrugada el ex intendente de Santiago de Liniers, Schoenfisch, pidió auxilio a los gritos desde su vivienda ubicada en calle Belgrano. Cuando su hermano y una cuñada llegaron al lugar se encontraron a el y a su pareja Antunez baleados en la cabeza agonizando. Ambos fueron trasladados al SAMIC de Eldorado donde la mujer falleció a los pocos minutos.

A media mañana del mismo jueves, Schoenfisch fue derivado al hospital Madariaga de Posadas donde continúa con pronóstico reservado pero su estado comenzó a presentar signos de evolución. Desde el centro de salud emitieron un comunicado de prensa en el que indicaba que cumplió ayer a la mañana sus primeras 24 horas bajo internación en cuidados intensivos y que se encontraba "lúcido y hemodinámicamente estable". El balazo le afectó severamente los nervios ópticos, por lo que podría perder la visión.

En un principio se manejaron las hipótesis del hecho como un posible intento de robo, luego como un caso de femicidio seguido por intento de suicidio. Sin embargo, se conoció que las últimas palabras que Schoenfisch alcanzó a decirle a sus familiares antes de perder el conocimiento fueron "Pablito se mandó una cagada". Por ello el único detenido en la causa es el único hijo en común de la pareja, Pablo Schoensfisch de 18 años, quien vivía con una abuela a pocos metros del lugar.

Hubieron testigos que aseguraron haber visto al hijo de la pareja salir del lugar durante la madrugada y también se conoció de que la relación entre el joven y sus padres era muy conflictiva en el último tiempo a raíz de malos comportamientos, desobediencias y demás. El muchacho expresó que él alcanzó a ver a sus padres heridos e incluso tocó el revólver calibre largo 38 utilizado en el ataque, pero después volvió a acostarse a dormir.