Estrategias para estabilizar el mercado: el Gobierno sube las tasas y sacrifica el crecimiento económico

La producción, que ya venía muy limitada por el cepo a las importaciones, deberá enfrentarse al aumento de un 9,5% en las tasas de interés anunciado por el BCRA.

El Banco Central sorprendió con un alza del 9,5% en las tasas.
El Banco Central sorprendió con un alza del 9,5% en las tasas. Foto: Banco Central

Además del récord inflacionario, este jueves sorprendió la importante suba de tasas aplicada por el Banco Central: 9,5%, mucho mayor al previsto.

Esta volumen va de la mano con las decisiones terminantes del ministro de Economía, Sergio Massa, quien el martes logró postergar un alto volumen de vencimientos con una propuesta de canje a medida de la incertidumbre de los inversores. Además, el miércoles pasado se anunció un aumento de haberes jubilatorios que, aunque se lo sume a los bonos extra, no podrán superar la inflación. Esto muestra un ajuste real en la mayor partida de gasto del Presupuesto.

Se suman medidas para el reordenamiento que busca Massa.
Se suman medidas para el reordenamiento que busca Massa.

De esta manera, se completará una suba de tarifas mayor a la anunciada inicialmente. Así, Massa apunta a un reordenamiento macroeconómico que estabilice las variables financieras, particularmente la brecha cambiaria. Sucede que, de lograrse, no será a bajo costo.

Si bien el Banco Central tendrá un impacto directo por el pago de tan alta tasa de interés -equivalente a 1,4% del PBI según cálculos privados entre los intereses de los $6 billones en Leliqs y otro billón en Pases-, la medida también enfriará el crecimiento económico, que ya venía muy lento a causa del cepo a las importaciones.

El encarecimiento del crédito para las empresas aportará un nuevo obstáculo a la producción, pero también tendría efecto sobre el nivel de consumo, ya que el costo de financiar cuotas o saldos impagos de la tarjeta de crédito acusará el impacto de la decisión del BCRA.

Por ahora, el consenso del mercado proyecta una pauta de 3% de avance del PBI hacia fin de año. Dicho crecimiento parte del “efecto arrastre” de la reactivación tras la pandemia, cuyo efecto fue decayendo durante la primera parte del año hasta empezar a retroceder en los primeros meses del segundo semestre.

El crecimiento como variable de ajuste

Para Camilo Tiscornia, socio de Castiglione &Tiscornia y Asoc, “la actividad económica es la variable de ajuste”. “En la medida que la economía no pueda generar los dólares suficientes y el Gobierno no quiere modificar el tipo de cambio por el temor a la inflación, todos los controles que se van imponiendo, particularmente aquellos a las importaciones, frenan la actividad. El crecimiento ya era variable de ajuste por esas restricciones, ahora se le suma la suba de tasas”, señaló.

Tasas altas: otro freno para las industrias.
Tasas altas: otro freno para las industrias.

Asimismo, agregó: “En la medida que las tasas se van acercando a la inflación esperada, tienen un efecto depresivo, la actividad no va a tener una buena performance de acá hasta fin de año”.

Aunque la economía cerró 2021 con un avance punta a punta de 10,4%, en el primer trimestre de este año el crecimiento fue de apenas 0,9% respecto de los últimos tres meses del año anterior, lo que empezó a marcar los primeros síntomas de agotamiento de la recuperación.

Por su parte, el segundo trimestre se mostró negativo, con una leve caída de 0,2% según el consenso de LatinFocus. Se prevé que en el tercer trimestre se acentúe la contracción a 1%, mientras que podría moderarse entre octubre y diciembre a un retroceso de 0,4%, siempre contra el período anterior.

“Antes de la suba de la tasa, ya veíamos que la actividad del año había tenido su máximo en el segundo trimestre. Por falta de insumos importados, por escasez de energía, por menor inversión y por la mayor inflación que afecta al consumo, la segunda mitad del año no pintaba bien. La tasa se suma a ese panorama. Aunque el efecto de la tasa no es tan fuerte en Argentina porque el crédito es escaso, la suba aporta a los malos pronósticos que ya teníamos para el resto del año”, advirtió Francisco Gismondi, economista de la consultora Empiria.