Fue denunciado por acoso sexual pero igual fue ascendido en la Policía de Córdoba

El 21 de febrero de 2020, Mariela Neira, quien trabajaba en la comisaría de Corral de Bustos, denunció por constantes “abusos y acosos con un fin sexual” a su superior, el por entonces comisario inspector Mauricio Mielgo.

Según consta la denuncia, los ataques eran de manera personal o telefónicamente. “Venía desde atrás y me manoseaba distintas partes del cuerpo o me pedía que le muestre los melones y luego borraba todos los chats. Por eso decidí hacer capturas de pantalla”, reveló la denunciante a El Doce. El hombre le enviaba por Whatsapp fotos y videos de contenido sexual explícito, según afirmó la mujer.

Las denuncias que Neira formuló, tanto internamente en la Policía de Córdoba como ante la Justicia, tuvieron consecuencia directa en sus funciones: el 12 de abril de 2019 fue dada de baja por cesantía, o sea, la expulsaron de la fuerza.

Un año después de la denuncia formulada por la mujer policía, el comisario Mauricio Mielgo fue ascendido de inspector a mayor, un rango superior en la Policía de Córdoba. Actualmente es el jefe de la Departamental en Marcos Juárez y tiene una “prohibición de acercamiento” a la víctima.

El documento oficial -que muestra el ascenso- tiene fecha del 11 de febrero de 2021 y lleva la firma del gobernador Juan Schiaretti, el ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera, y el fiscal de Estado de la provincia, Jorge Córdoba. Fue publicado en el Boletín Oficial de la provincia de Córdoba.

Un ascenso y una orden de restricción

El denunciado Mauricio Mielgo fue ascendido a director de la Unidad Regional Departamental Marcos Juárez el pasado 3 de diciembre de 2020 y, además, ascendió en el escalafón de la Policía de Córdoba, de comisario inspector a comisario mayor, según el Decreto Provincial Nº0078/21 del 11 de febrero de 2021.

Un día antes, el juez Luis Werlen Zbrun había ordenado una “prohibición de acercamiento” del denunciado respecto a la víctima, “ya sea en lugar de residencia, lugar de trabajo, esparcimiento u otros”. Además, ordena a Mielgo que “cese en los actos de perturbación como así también se le prohíbe comunicarse, relacionarse o entrevistarse” con Neira.