Talleres quedó en deuda con un insulso empate ante San Martín

Los albiazules no pudieron contra el santo tucumano y sólo empataron 0-0 en un estadio Kempes con buen marco de público.

Mauro Ortiz no pudo gravitar en la banda derecha
Mauro Ortiz no pudo gravitar en la banda derecha

Un Talleres recibiendo a San Martín de Tucumán tiene el gustito de un clásico. En los años '70, cuando el furor de los campeonatos Nacionales estaba en su pico máximo, la T y los Santos protagonizaron épicos duelos adentro y afuera de la cancha. Más de 30 años después de esos primeros cruces, se volvían a enfrentar en un Kempes con un marco más que interesante.Es que los hinchas entendieron que, a pesar de la irregular campaña de los albiazules, era un partido para estar, alentar y esperar otra alegría en este verdadero clásico histórico del fútbol del interior. Pero no pudieron porque cordobeses y tucumanos igualaron sin goles en un discreto partido.

Y adentro de la cancha, los jugadores lo entendieron así. Metiendo desde el inicio y tratando de jugar cuando el rival, bien plantado en la cancha, lo dejaba. La ilusión del grito de gol estuvo en los pies de Bustos, a los 17, lluego de un centro de Ortíz y luego, a los 22, hubo un chispazo de talento entre Maroni y Ramírez. El ex Argentinos Juniors remató y la pelota fue sacada por Carranza en dos tiempos.

Luego, San Martín adelantó las líneas y presionó más alto. Así empezó a inquietar a Talleres. Tuvo la más clara a los 40 cuando Bieler la recibió y definió a un palo. No fue gol porque Herrera volvió a vestirse de héroe y le sacó el tiro al ex Belgrano.

Y con algún gesto de preocupación para los albiazules se cerró el primer tiempo.

En el complemento, el visitante salió motivado por haber terminado mejor en la etapa inicial. Y siguió jugando más cerca del área rival que de la propia. Los volantes de Talleres no supieron resolver la maraña tucumana y no hubo grandes avances que alimentaran el sueño de los hinchas que se desgañitaban gritando "esta noche tenemos que ganar".

A pesar del empuje, de los cambios y de las ganas de ganar, no alcanzó. Talleres no pudo lastimar a un inteligente equipo como San Martín que se llevó lo que vino a buscar. 

Algunos silbidos por las variantes que decidió el técnico y algunos rostros de preocupación quedaron como saldo de una noche que pintaba lindo pero que terminó sin gusto a nada para los hinchas de la T.