Todo salió como se lo imaginaron por años, los muchos seguidores de Phil Collins que compraron su entrada ni bien se anunció su histórica visita a Córdoba: el show fue impecable, en todos los sentidos.
Con la mentada puntualidad inglesa, Phi Collins apareció en el escenario a las 21.30, todo vestido de negro y caminando lento con la ayuda de un bastón. "Hola Córdoba, hola Argentina" dijo y luego, en inglés, bromeó con "es todo el español que sé". Y arrancó la gran noche de Instituto, con tribunas colmadas por la legión sub 50 que 30 años atrás ni imaginaba que alguna vez iban a tenerlo tan cerca y tan entero en su voz, pese a la dificultad física que lo obliga a cantar sentado, como el chofer de la topadora musical que lo viene empujando en esta gira.
Al pie de la letra, Collins cumplió con la lista de temas que días atrás interpretó en Uruguay y arrancó con Against All Odds (Take a Look at Me Now), Another Day in Paradise y I Missed Again, como para ir calentando la máquina.
Aplaudido de comienzo a fin, el músico inglés hizo escala en Alta Córdoba en esta gira en la que tiene a su hijo Nicholas, de apenas 16 años, en la batería. Más allá del apellido ilustre, este joven intérprete tiene todo el mérito: está a la altura de tocar con una banda de músicos de primer nivel y en grandes estadios.
Volviendo a la lista de temas, tras el arranque en tono más romántico, el show fue creciendo en intensidad bailable con una seguidilla de canciones como Hang in Long Enough, Throwing It All Away, Follow You Follow Me y Who Said I Would.
Luego de este segmento Phil bajó unos cambios para cantar Separate Lives y así enderezar la nave hacia un final a pura fiesta, con baile, luces, papelitos y delirio de los cordobeses que se llevaron lo que fueron a buscar.
En el último tramo de la noche, sonaron Something Happened on the Way to Heaven, In the Air Tonight, You Can't Hurry Love y Dance Into the Light.
Ya con la noche en el bolsillo, Collins cerró con clásico como Invisible Touch, Easy Lover y Sussudio.
En los bises, el tema de la despedida fue Take Me Home, que dio paso a los fuegos de artificio en el cielo de Alta Córdoba. Y todos contentos.