Mientras evoluciona lentamente el hombre a quien le mutilaron los genitales, la Fiscalía de Bettina Croppi intenta precisar qué ocurrió en la noche del sábado 23 de noviembre en el sexto piso de ese edificio de calle Chacabuco al 500, en Nueva Córdoba.
"Estamos lejos de la hipótesis del ataque sexual", dijo ayer la fiscal ante una decena de micrófonos. Agregó que la mujer (sus nombres se reservan por ser un episodio de instancia privada) fue imputada por presuntas "lesiones gravísimas" y trasladada a Bouwer.
En las últimas horas se conoció una "prueba de oro" que inclina la balanza hacia un supuesto ataque premeditado: la Policía Judicial secuestró en el departamento de la agresora un cuaderno donde ella, al parecer, había escrito cómo iba a proceder en el ataque, y qué reacción debía tener una vez efectuado.
"Bisturí", "cortarle", "cinta...", "su celular" y una frase final: "Pedir ayuda", son las palabras con su puño y su letra en el cuaderno que estaba en el departamento, consignó La Voz del Interior.
De corroborarse esta prueba, caería la hipótesis defensiva del ataque sexual, ya que quedará en evidencia que hubo una premeditación, lo que incluso podría agravar la situación procesal de la detenida.
Este cuaderno, entre otras pruebas, avala la versión del abogado del hombre agredido, Eduardo Pérez, quien sostiene que tenían una relación previa y que su cliente fue herido durante un presunto "juego sexual" en el que ella le pidió vendarse los ojos.
La investigación continúa.