Manteca de karité y avena, grandes aliadas de la cosmética

Una es considerada un elixir de belleza; la otra, conocida por sus múltiples propiedades. Conocé más sobre estos dos ingredientes.

Manteca de karité y avena para uso cosmético.
Manteca de karité y avena para uso cosmético.

Los productos evolucionan y las cremas ofrecen cada vez más beneficios para la piel. En el último tiempo, la manteca de karité y la avena se han convertido en las dos grandes vedettes de la cosmética natural. En el caso de la primera, considerada un elixir de belleza, sus propiedades la ubican entre los ingredientes más beneficiosos para la piel.

Es uno de los secretos mejor guardados del universo de la cosmética, aunque cada vez más productos la cuentan entre sus ingredientes. La manteca de karité es un principio activo con múltiples propiedades que proviene del fruto de un árbol que crece de forma salvaje en las sabanas del área subsahariana del oeste de África.

En Burkina Faso, por ejemplo, entre 300 mil y 400 mil mujeres trabajan con las nueces de karité, que constituyen el tercer producto de exportación de ese país, después del algodón y el ganado. Por eso, allí se las conoce como el “oro de las mujeres”.

"Tras un largo procedimiento en el que las nueces son descascaradas, secadas, aplastadas y hervidas, entre otras cosas, se obtiene una manteca de color blanco o marfil, muy rica en nutrientes y vitaminas, ideal para ser utilizada en la rutina de belleza", indica Analía Abbate, responsable de línea cosmética OMS de Laboratorio Dr. Madaus.

Y agrega: “Si bien está presente en muchos de los productos comerciales, suele incorporarse en cantidades que no son eficaces, por lo que lo recomendable es elegir siempre aquellas propuestas que la destaquen, ya que son las que permiten aprovechar todos sus beneficios”.

Los productos con manteca de karité son una excelente opción para pieles extremadamente secas, envejecidas y desgastadas. Brinda una hidratación perfecta y numerosas herramientas de lucha contra los signos del paso del tiempo.

Textura ideal para cuidar la piel

La avena es conocida por sus múltiples propiedades y uno de los ingredientes favoritos de la cosmética natural.

De acuerdo con un estudio publicado por la revista Nutrition Reviews, posee efectos antiinflamatorios y anticancerígenos. Sus proteínas actúan protegiendo la piel en general. Pero otras investigaciones indican además, que la avena cuenta con sustancias denominadas avenantramidas, que bloquean los compuestos inflamatorios y antihistamínicos, lo que colabora a la hora de calmar la picazón en la piel.

“Es uno de los cereales con mayor contenido de grasas: 65% no saturadas y 35% de ácido linoleico. En cosmética, estas le confieren su utilidad como hidratante y suavizante. Además, contiene químicos conocidos como saponinas que se caracterizan por sus cualidades de limpieza intensa para nivelar el PH”, aclara la especialista.

Y cierra: “Una dieta balanceada es la clave para lucir un cutis joven, saludable y bello. Elegir productos cosméticos con componentes como la avena es esencial para maximizar estos beneficios”.

Propiedades de la manteca de karité

Rica en vitaminas A, E, D y F, es extremadamente hidrante y nutritiva, muy emoliente y un potente regenerador de la piel. Se la utiliza tanto para el cuerpo como para el cabello. Incluso pueden emplearla personas con piel grasa para el rostro, porque actúa como protector sin saturar los poros.

Alisa las arrugas, alivia el enrojecimiento surgido al estar a la intemperie y estimula la piel para producir más colágeno. Es muy recomendada sumarla a la rutina de belleza diaria y no hay por qué limitarla al rostro: es igualmente efectiva para los codos, los talones y las rodillas.

Si se la aplica luego de exfoliar, para que penetre bien, se logrará una mejora la piel en pocos días, incluso en casos de piel descamada o manos secas.

Propiedades de la avena

La avena posee propiedades hidratantes, emolientes y reestructurantes que ayudan a mejorar el aspecto de la piel y aportan un conjunto de antioxidantes naturales que detiene el deterioro prematuro. Gracias a su textura, puede ayudarnos a exfoliar e hidratar el rostro sin dañarlo.

Sus características la convierten en un ingrediente ideal para pieles sensibles. También es recomendada para mejorar enfermedades de la piel como psoriasis, sarna, urticaria, dermatitis, acné, quemaduras e irritaciones producidas por el sol.