La mayoría de los pacientes que se atienden por obesidad son mujeres

Tres de cada cuatro pacientes obesos atendidos en el Hospital Córdoba son de sexo femenino. Alertan que ellas tienen mayor tendencia a subir en la balanza.

La prevalencia de obesidad en Córdoba viene aumentando en forma alarmante.
La prevalencia de obesidad en Córdoba viene aumentando en forma alarmante.

Por Natalia Lazzarini.

Por cuestión de hábitos, predisposición genética –y también porque consultan más–, son mujeres la mayoría de los pacientes que se atienden por problemas de obesidad. El dato se desprende de la sección de Cirugía Bariátrica del Hospital Córdoba, programa que desde 2005 ya lleva atendidas a 2.172 personas: el 74 por ciento, de género femenino.

"En mujeres, existe una predisposición genética a padecer obesidad. Lo notamos en consultorio y en el quirófano. También influye el estilo de vida: hoy ellas pasan casi tanto tiempo fuera de casa como los hombres, y quizás tienen menos chances de realizar actividad física por falta de tiempo", indicó Nicolás Sosa Gallardo, jefe de la sección.

El hospital que funciona en calle Patria y Libertad asiste a personas con exceso de peso y obesidad mórbida, a tono con lo garantizado por ley nacional. La norma considera el problema como obesidad y lo incluye dentro del programa médico obligatorio.

La edad promedio de los pacientes atendidos es de 39 años –con mínimos de 18 y máximos de 65–. Y el índice de masa corporal más común (peso sobre talla al cuadrado) es de 50. Se considera obesidad cuando supera el 30 y mórbida, cuando es más de 40. El peso promedio de los asistidos es de 135 kilos, aunque la balanza de uno de ellos llegó a marcar 266 kilos.

"La mujer tiene una mayor tendencia a engordar –alerta Mercedes Burgos, integrante del equipo de Clínica Médica–. Pero también es cierto que ellas consultan más".

Por lo general, los pacientes no tienen un trabajo en relación de dependencia, provienen de sectores de bajos ingresos –el 31 por ciento viaja desde el interior– y la obesidad repercute negativamente en sus relaciones personales, autoestima y búsqueda de empleo.

"Los tratamientos se prolongan entre un año y medio y dos. Cada persona recibe asistencia psicológica y consejos sobre cambios de hábitos. La condición para pasar a cirugía es que hayan bajado al menos el 10 por ciento de su exceso de peso", agrega Burgos.

El by-pass gástrico (BPG) y la manga gástrica son las dos técnicas implementadas en este hospital.

Una reduce el tamaño del estómago y la otra crea un reservorio donde la comida "salta" hasta el intestino delgado. Ambas se realizan por videolaparoscopia, lo que reduce al 0,8 por ciento el riesgo de muerte asociada directamente con el procedimiento.

La cirugía no es milagrosa, aseguran, pero es un primer paso. El éxito del programa depende de los cambios que realice el paciente antes y después. "La cirugía bariátrica tiene en el mundo un 85 por ciento de efectividad. Los buenos resultados se ven sobre todo en el primer año. Pero después, a los que no hacen los deberes no les va tan bien", informa Sosa Gallardo.

Por "hacer los deberes" se entiende realizar actividad física, disminuir las calorías y continuar con los chequeos médicos. La tarea no es sencilla, advierte Burgos, ya que a muchos pacientes les cuesta movilizarse para volver al hospital: "No tienen contención familiar y no encuentran cómo trasladarse".

Desde 2011, 155 personas pasaron por cirugía bariátrica, de los cuales 32 corresponden al año en curso. El programa se fortalece.