La niña de 5 años Luna Viera fue abusada y asesinada por Mariano Cingolani (30) en julio pasado en la localidad de Tío Pujio, en el sureste de la provincia de Córdoba.
Así lo determinaron los últimos estudios forenses al cuerpo de la nena, que concluyeron que el ADN hallado es compatible con el único detenido por "homicidio doblemente calificado" por criminis causae y violencia de género, un delito que contempla la única pena de prisión perpetua, según el Ministerio Público Fiscal.
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El caso no parece tan sencillo, ya que si bien los análisis confirman que Luna fue asesinada, los estudios psiquiátricos arrojaron que Cingolani no comprende la criminalidad de sus actos, por lo que hasta el momento es inimputable.
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El fiscal de Villa María René Bosio ordenó una segunda pericia al acusado, quien por cuestiones de seguridad se encuentra alojado en el Hospital Aurelio Crespo de Cruz del Eje, con custodia del Servicio Penitenciario.
Bosio no quiere dudas en la investigación y por eso aguarda los resultados de la segunda pericia a Cingolani, cuya situación procesal oscila entre pasar la vida en prisión o en un pabellón psiquiátrico.
"Marianito", como le decían los habitantes de esta pequeñísima localidad del departamento San Martín, tiene un retraso mental, algo que confirmó la primera pericia forense.
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El hombre fue arrestado momentos después del hallazgo del cuerpo de la nena, quien había salido a comprar golosinas y nunca regresó. Su madre salió a buscarla y la encontró poco después en un patio lindero con la casa de Mariano Cingolani.
Su muerte consternó al pueblo. En un primer momento se barajaron varias hipótesis, desde un accidente doméstico (Cingolani, al ser detenido, dijo que la nena se había subido a una tapia para robar naranjas de un árbol y él accidentalmente la empujó) hasta un homicidio simple.
Finalmente, las pericias determinaron que fue abusada y asesinada.
