La Estación Astrofísica de Bosque Alegre en Córdoba participó en el descubrimiento por el que tres detectores de ondas gravitacionales, dos pertenecientes al proyecto LIGO, en Estados Unidos, y un tercero ubicado en Italia, identificaron una señal procedente de la galaxia elíptica NGC 4993.
Más de 60 telescopios terrestres y satelitales centraron su mirada en esa galaxia y lograron captar el destello que produjo la colisión. Hasta el presente, nunca se había podido registrar este tipo de eventos cósmicos.
El Telescopio de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre del Observatorio Astronómico de Córdoba, pudo tomar imágenes de este singular evento cósmico, en el marco del proyecto TOROS, señala este lunes UNCiencia.
Así, un equipo internacional logró, por primera vez, observar la fusión de dos estrellas de neutrones a través de su luz y sus ondas gravitacionales, lo que "abre el inicio de una nueva era" en la observación del universo, informó este lunes el Foro Nacional de la Ciencia durante la Conferencia Astrofísica de Ondas Gravitacionales que se realiza en Estados Unidos.
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El descubrimiento
Estas observaciones, realizadas el 17 de agosto pasado, "sugieren" que las señales localizadas son el resultado de la fusión de dos estrellas de neutrones, un evento llamado kilonovas, cuya existencia se postuló hace 30 años, pero esta es la primera observación confirmada, informó la agencia EFE.
"Lo que hace este descubrimiento aún más excitante es que los científicos fueron capaces de detectar por primera vez la emisión de luz, es decir, radiación electromagnética", declaró en una rueda de prensa en Washington France Córdova, directora del Foro Nacional de Ciencia.
El anuncio, que fue realizado durante la Conferencia Astrofísica de Ondas Gravitacionales que se celebra este lunes en la ciudad estadounidense de Baton Rouge (Luisiana), confirmó que se trata de la primera vez que los astrónomos han podido observar en el mismo evento ondas gravitacionales y radiación electromagnética (luz).
El momento en que se detectaron las ondas
Los observatorios de ondas gravitacionales Ligo, en EE.UU, y Virgo, en Italia, detectaron el pasado agosto el quinto evento de ondas, pero unos segundos más tarde varios observatorios espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA) individuaron un estallido de rayos gamma corto que fue seguido por telescopios del Observatorio Austral Europeo (ESO).
Se estima que las ondas gravitacionales detectadas en agosto fueron emitidas a unos 130 millones de años luz de distancia, lo que lo convierte tanto el evento de ondas gravitacionales como la explosión de rayos gamma más cercanos detectados hasta ahora.
"Hay ocasiones excepcionales en las que, quienes nos dedicamos a la ciencia, tenemos la oportunidad de presenciar el principio de una nueva era ¡esta es una de ellas!", aseguró la astrónoma del Instituto Nacional de Astrofísica Elena Pian, autora principal de uno de los artículos sobre el tema que publica hoy Nature.
"La ondas gravitacionales solo pueden ser generadas por los eventos astronómicos más espectaculares, como el choque de dos agujeros negros", explicó Córdova, quien añadió que este descubrimiento es una prueba de lo que el ser humano puede hacer cuando va "más allá" de su conocimiento "en busca de respuestas".
Durante el anuncio, el director ejecutivo de los observatorios Ligo, Dave Reitze, explicó que durante el evento se pudo ver la dispersión de oro y platino, lo que sirvió para descubrir que estos elementos "son generados por este tipo de colisiones".
"Este antiguo reloj de mi abuelo está compuesto por oro que posiblemente fue creado hace miles de millones de años. ¡Es un descubrimiento asombroso!", comentó Reitze.
Según informó el científico del proyecto Integral de la ESA, Erik Kuulkers, en un comunicado "se trata de un descubrimiento histórico, ya que por primera vez se nos muestra la liberación tanto de ondas gravitacionales como de luz extremadamente energética procedentes de una misma fuente cósmica".
Las existencia de las ondas gravitacionales fue predicha a comienzos del siglo pasado por Albert Einstein, pero su detección no se produjo hasta 2015, un hecho que ha sido distinguido este año con el Premio Nobel del Física.