El drama de los perritos de Chernóbil que no pueden recibir cariño

La posibilidad de que lleven partículas radioactivas en su pelaje hace que los turistas no los puedan tocar.

Uno de los perritos que no puede ser acariciado.
Uno de los perritos que no puede ser acariciado.

Drama, dramón, es el que le toca vivir a los perritos que viven en la zona de exclusión en torno a la central nuclear siniestrada de Chernóbil, en el año 1986.

Es que en un documental presentado por Drew Scanlon, se puede ver a los cachorritos buscando algo de cariño sin que lo puedan recibir.

Es que las posibilidades de que su pelaje transporte particulas radioactivas hace que nadie pueda tocarlos. Muchos turistas se acercan hasta esa zona y tienen prohibido interactuar con ellos.

Diferentes organizaciones buscan proteger a estos animales y lanzaron campañas de concientización. Es que muchos de estos perritos se acercan hasta la zona de la central en búsqueda de comida lo que genera que muchos de ellos tengan diferentes enfermedades. Incluso muchos de ellos podrían tener rabia transmitida por animales salvajes.