Por Juan Manuel González.
La Policía montó en la noche del miércoles un amplio operativo de control en la ciudad, con la intención de erradicar las prácticas extorsivas de los naranjitas que actúan después de las 20, generalmente en Nueva Córdoba, Güemes, zonas gastronómicas y en las cercanías de los espectáculos artísticos y deportivos.
Para hacerlo, registró a cada uno de los naranjitas que trabajan en la noche, y les notificó que no podrán tarifar su servicio, pero sí recibir una propina "a voluntad".
"No se criminaliza el trabajo, sino que se da un manto de claridad a una realidad que por la falta de control puede derivar en hechos de inseguridad y violencia urbana. Se trata de una política de prevención en el marco de la convivencia ciudadana", indicó a Día a Día Diego Hak, secretario de Seguridad de la provincia.
Es que el artículo 60 del Código de Convivencia de la Provincia establece una multa de 7.272 pesos y trabajo comunitario durante seis días (o tres días de arresto) a quien exija el cobro por estacionar en la vía pública, pero no sanciona a quien presente el servicio de cuidar un vehículo a cambio de una propina cuyo monto es determinado por quien conduce el vehículo.
Según un análisis que hizo la Secretaría de Seguridad de la Provincia, el 75 por ciento de los naranjitas que operan en la ciudad de Córdoba lo hacen de manera ilegal, es decir sin autorización municipal o bien en calles y horarios no habilitados para el estacionamiento medido.
El estudio señala que hay alrededor de 1.500 personas cuidando vehículos en la ciudad de Córdoba, entre habilitados y no habilitados. El texto señala que "las amenazas" de parte de quienes exigen cifras onerosas por el cuidado de los vehículos (sobre todo a la noche o en lugares de esparcimiento) "son moneda corriente".
En la noche del miércoles, los policías notificaron a los naranjitas y los empadronaron, detallando la zona en la que trabajan. “El registro da previsibilidad ante una posible denuncia, ya sea por el pago extorsivo o por el daño de un vehículo”, señaló Hak.
Este padrón estará a disposición de la Policía y de las Unidades Judiciales abocadas a esta problemática: en la zona sur actuará la Unidad Contravencional ubicada en bulevar Guzmán 1075; mientras que en la zona norte estará a cargo de la Unidad Contravencional de Antonio del Viso 756. A ambas llegarán denuncias personales o aquellas que se registren a través del 0800888 3368 ó del 101.
“El control de los naranjitas de 8 a 20 es potestad de la Municipalidad. Si todos los lugares y horarios estuviesen tarifados, no habría ilegales. El problema central es la falta de normativa o de un sistema de cobro regulado en horario nocturno, en distintas zonas de la ciudad y durante los fines de semana que dé previsibilidad”, opinó Hak.
Anoche, jefes policiales y efectivos de la Policía Barrial salieron por distintas calles notificando de la aplicación de del Código de Convivencia. En Güemes, la reacción de los naranjitas fue variada, pero en general los trabajadores dieron detalles de cómo se organizan y qué zonas abarcan.
La aplicación en el tiempo parece ser el desafío de esta política.
Hubo cinco detenciones tras el operativo
Tras la finalización del operativo, cuatro mayores quedaron detenidos y un menor fue puesto a disposición de la Justicia.
Hak confirmó que se trata de personas con pedidos de captura, prófugos en casos de violencia de género y un evadido del neuropsiquiátrico. El menor está implicado en una causa penal juvenil.
Ninguna de las detenciones tuvo que ver con la aplicación del Código de Faltas, que prevé arrestos en casos extremos.
Dardo Zalazar Silva, coordinador de la Unidad Contravencional Norte, presente en el operativo de anoche, confirmó que existen antecedentes de sanciones a naranjitas que cobraron por anticipado y un monto fijo.
El funcionario explicó que se pueden aplicar multas, trabajo comunitario y días de arrestos.